martes, 29 de abril de 2008

DECISIÓN, DESTINO Y TRAVESÍA


Cuando uno se detiene en ese imparable tráfico de tareas e iniciativas que –como adultos- enfrentamos día a día y se pone a meditar (en soledad) sobre todo lo hecho hasta ahora, transita por una rutina interesante que sería bueno escribir como reflexión.

Y es que (me pasa a mi) camino en determinada dirección laboral, familiar o amorosa. De repente volteo, miro atrás…y comienzo a re-descubrir asombrado lo vivido, miro mentalmente por donde pasé y como un “deja-vú” visualizo que anduve por espacios similares y caminé por lugares conocidos, confirmándome la idea de que todo lo hecho estaba relacionado entre sí.

“La conducta es predecible” nos decía Francisco Rivera Feijoo, mi amigo y maestro psicoterapeuta, alguna vez en una de las tantas conversaciones cuando nos formaba como Analistas Transaccionales. Tenía razón, los maestros y maestras tenían mucha razón.

Sí uno hace la sumatoria de todo lo hecho, sí uno hace un corte (un “arqueo de caja”, como diría mi padre) y comienza a sumar los hechos significativos de nuestra breve historia, fácilmente uno va imaginando nuestro producto final…la ruta o segmento por donde transitaremos en adelante.

Sí uno lo ve bien, es como sí los primeros años empujaran con toda la fuerza de su impulsividad llevándonos por un camino determinante para nuestro futuro, es tan violento que te impide o al menos hace muy difícil virar a otros lados y elegir otras opciones, lo cual tampoco es imposible. Esa experiencia reflexiva hace que uno vea al destino como algo visualizable, predecible.

Hoy veo esta experiencia de la 1º CONVENCIÓN DE FACILITADORES DEL PERÚ casi desde lejos, aunque mis paredes están cubiertas de papelógrafos con listas de nombres -ansiosos de no perderse algún taller esperado-. Leo los temas, veo los nombres de los talleristas y los recuerdo de aquella época –no tan lejana- cuando les seguía ansioso por aprender de cada uno de ellos(as) algún gesto, alguna maniobra, alguna reflexión profunda que diera paz a esa necesidad de conocimiento.

Debo señalar que hemos recibido una serie de felicitaciones por el temario de esta CONVENCIÓN, que complace a muchos y creo que hicimos bien en consultar, en preguntar en tocar puertas, es un evento para ver y aprender. Una linda oportunidad de abrir las puertas al futuro que deseamos, porque así como podemos mirar atrás para ver el futuro, podemos mirar adelante para elegir que es lo que realmente queremos.

Cada cosa que nos atrae, que nos gusta y que cultivamos nos llevará irremediablemente a un paradero más de nuestro camino, porque nuestro destino es hecho por nosotros mismos, por nuestras decisiones y el amor que le tenemos a determinadas cosas.
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Un abrazo

Hans Gutiérrez
Psicólogo y facilitador
DH FACILITADORES


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