martes, 2 de enero de 2018

INNOVACIÓN Y ROCK




Repaso una y otra vez esta canción y no me canso. Obnubilado, miro cada gesto apasionado de Freddie Mercury frente al piano, disfruto los cambios rítmicos, los coros, la locura que se desata en el público. Un festín sensorial.
.

...Mamaaa, Just killed a man.
 .
Conozco la canción desde los 70's cuando era un adolescente "dudante" sí, dudante de lo bueno y de lo malo. Conocedor de lo que creía moda así como lo que gustaban o detestaban mis amigos. La verdad, en esa época este inmortal tema se perdía entre los de Rod Stewart, Slade o Golden Earring que las radios transmitían diariamente.

Debo confesar que con el paso de los años, ahora tengo 56, la realidad se ha trasfigurado y el gusto  o aceptación que ahora experimento se basan en años de escuchar el tema, hasta sabérmelo de memoria. Pero, sobre todo, por la aplastante aceptación del mundo (incluyendo a mis hijos) que ahora la ven y encumbran como un himno universal. 
.....

Oh mama mia, mama mia, mama mia, let me go!
.
Siendo ahora mucho mayor, y al análisis, me doy cuenta que este tema -en serio- está lleno de locura, irreverencia y pasión. No recuerdo haber oído, en rock, algo parecido. A tanto llegó mi curiosidad que traté de descifrar la trama del tema, cual es la historia que relata y qué quiere contar. En ese esfuerzo encontré mucho más de lo esperado:
  • El tema y melodía fue creación solo de Freddie Mercury. Y dijo: "cada oyente debería escuchar y formar su propia opinión sobre la canción"
  • Al momento de ser grabado no había un prototipo. ¡Todo estaba en la cabeza de Mercury!
  • Para grabarla, obvio, en consola análoga se hicieron en un sin fin de solos instrumentales (180) que ocuparon semanas en editar.
  • Qué, esos 6 minutos que duraba el tema fue escuchado por fin cuando se armaron todas las piezas con las que Mercury soñó. 
  • Al ser escuchada, muchos sonrieron. Pues Bohemian Rhapsody era tan diferente y rara que la casa discográfica se negó tajantemente a transformarla en disco pues pensaban que estaban locos.


....Nothing really matters to me!!
.
¿Se imaginan este mundo sin esa canción? Hoy, es considerada la mejor canción del siglo XX y estuvo tan cerca de no ser conocida ni publicada nunca, pues al ser tan diferente nadie se atrevió a apostar por ella. Afortunadamente, todo salió bien porque éstos que ahora forman parte de la historia tuvieron fe.

Lo mismo ocurre con las innovaciones, (latín innovare: in + novus: desarrollar o producir algo novedoso) que por ser justamente nuevas son diferentes y hasta "raras" -y esa es su virtud- ya que escapan de lo "socialmente acostumbrado" y por tanto inspiradas en ideas  disruptivas (disruptif: ruptura brusca que ocasiona un cambio determinante).

En esta época, donde la inteligencia artificial robotiza todo y nos desplaza del sistema productivo, sólo nos deja la opción más humana de todas: LA CREATIVIDAD, para encontrar los espacios laborales necesarios para sobrevivir ...o para tomar el control. Y es en ese contexto, que las innovaciones cobran real interés puesto que permite a las y los innovadores la posibilidad de proponer cambios de la realidad, cuestionándola y modificándola hasta acercarnos hasta lo diferente.

Pero, qué tal reto éste! proponer cambios a una humanidad acostumbrada a descansar plácidamente sobre necias verdades absolutas. y qué labor tan difícil ésta de ser visionario cuando la multitud va en sentido contrario a tu idea. Por eso, no será raro que algún día al presentar tu idea "revolucionaria", tu idea "diferente"  ...¡Zas! descubras a todos con la mirada perdida y fingidamente apenada que te dirán no, que estás loco. O, que "es interesante" pero que no!.


Recuerda, que todos aquellos innovadores/as que nos han precedido -a pesar del cargamontón- tuvieron mucha fe en su idea y cambiaron el mundo. Piensa en ello, recuerda cuánta falta hace la fe en lo que ves, en lo que creas y te esfuerzas por hacer. Adelante, la historia quizás tenga guardado un lugar para tí!

Un abrazo

Hans Gutiérrez
CEO DH Facilitadores

No hay comentarios: