El taller era un poema. Gente participando, sonrisas, espontaneidad, participación grupal, las palmadas en mi hombro no se dejaban esperar "buena, maestro", "Felicitaciones", etc. Sin embargo, al final, faltando 30 minutos -cuando debía terminar la sinfonía de buenas voluntades- ocurrió lo inesperado.
Era un momento que ni mi cliente ni yo tomamos en cuenta. La formulación de la agenda para los próximos pasos de la organización. Yo creyéndome el todopoderoso asumí que sería "papayita" y seguramente el cliente pensó que éso sería un mero trámite. Y no.
Pujas, posiciones defensivas, acuerdos grupales, cuchicheos, miradas cómplices, Ironías verbales pronunciadas con tanta elegancia y altura que hasta resultaban creíbles. Un concierto de desorden resuelto -a dios gracias- de muy buena onda. Al final, el acuerdo. El consenso que dio paso a la tranquilidad, aunque dejando la sensación de que éste estaba débilmente sostenido. ¿Qué pasó?, ¿a dónde se fue la armonía?.
Era un momento que ni mi cliente ni yo tomamos en cuenta. La formulación de la agenda para los próximos pasos de la organización. Yo creyéndome el todopoderoso asumí que sería "papayita" y seguramente el cliente pensó que éso sería un mero trámite. Y no.
Pujas, posiciones defensivas, acuerdos grupales, cuchicheos, miradas cómplices, Ironías verbales pronunciadas con tanta elegancia y altura que hasta resultaban creíbles. Un concierto de desorden resuelto -a dios gracias- de muy buena onda. Al final, el acuerdo. El consenso que dio paso a la tranquilidad, aunque dejando la sensación de que éste estaba débilmente sostenido. ¿Qué pasó?, ¿a dónde se fue la armonía?.
Obviamente, un punto así nunca, nunca debe ser dejado al azar, debe ser cuidadosamente planificado, incluso a costa de la confianza del cliente. Una lección que duele pero permite mejorar.
De regreso subo al bus, cansado y preocupado por lo observado. Y mientras "cabeceo" con ganas de dormir, escucho que los que hace minutos eran antagónicos participantes ríen, conversan, planean sin importarles asientos ni distancias. La armonía nunca se esfumó había regresado. ¿Qué habia pasado? Pues, que todo el trabajo de ese día generó confianza y ésta caló en ellas y ellos mucho más de que lo que había sospechado. El trabajo grupal fue bueno. Sin embargo, hay un tema por afinar EL LOGRO DE CONSENSOS.
Llego a casa y busco afanosamente el libro para reafirmar lo que sabía y no volver a dudar. ¿CÓMO LOGRAR CONSENSOS?. Obviamente, es un tema poco tratado en nuestro medio y sin embargo tan necesario para nuestra labor de facilitadores.
De regreso subo al bus, cansado y preocupado por lo observado. Y mientras "cabeceo" con ganas de dormir, escucho que los que hace minutos eran antagónicos participantes ríen, conversan, planean sin importarles asientos ni distancias. La armonía nunca se esfumó había regresado. ¿Qué habia pasado? Pues, que todo el trabajo de ese día generó confianza y ésta caló en ellas y ellos mucho más de que lo que había sospechado. El trabajo grupal fue bueno. Sin embargo, hay un tema por afinar EL LOGRO DE CONSENSOS.
Llego a casa y busco afanosamente el libro para reafirmar lo que sabía y no volver a dudar. ¿CÓMO LOGRAR CONSENSOS?. Obviamente, es un tema poco tratado en nuestro medio y sin embargo tan necesario para nuestra labor de facilitadores.
Una abrazo
Hans Gutiérrez
moderador
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