sábado, 3 de febrero de 2024

LA CO-CONSTRUCCIÓN DE LA CONLAF24.

Por: Hans Gutierrez



Una de las acciones más resaltantes de esta última CONLAF24 fue la idea de su construcción en conjunto. Suena bien como enunciado publicitario, ¿verdad?. Un discurso "atrevidillo" pero en la práctica poco probable, nadie tomaba en serio ni creía que ésta podía ser tan... "así". Un sueño hippie, una linda idea romántica pero poco probable. Una utopía.

Aunque suene extraño, durante su diseño (meses atrás) se pensó que esta característica debía distinguirla de otros eventos similares por lo que la idea de que "juntos lo haríamos" parecía tan sencilla como paradójicamente compleja. En el fondo "la construcción de la CONLAF24" requería de una gran dosis de entusiasmo, fraternidad e iniciativa, buscando en lo posible resultados diferentes.

Queríamos demostrar a través de este sencillo diseño que el proceso en consecuencia podía involucrar y generar pasión, convirtiendo a abúlicos participantes en ávidos promotores de un movimiento social.  Jugar a hacerlo significaba una locura insensata pero mantener esa idea hasta el final -les juro- se convirtió en una angustia insoportable.

Anhelábamos que este proceso de tres días trajera como resultado "un grupo de personas involucradas con un ideal" y no solamente a "un grupo de satisfechos usuarios del servicio". Arriesgarse a hacerlo significaba también renunciar al ego, al regocijo que da la influencia, al desapego del poder. No era sólo diseñar un programa en un papel, era un esforzado ejercicio de abandonar el protagonismo.

EXPOSITORES y PARTICIPANTES 

En esta CONLAF24 debía quedar atrás la clásica postura del congreso temático, donde todo está hecho, cada detalle planificado y empaquetado para el disfrute del consumidor. Por un lado, los expositores y por el otro los participantes, ambos compartiendo un espacio común donde ninguno se emparenta con nada y se reducen a ser sólo "asépticos depredadores temáticos" con nulo compromiso y aprendizajes efímeros.

Los expositores clásicos, cual artistas, preparan su tema como si fuese un espectáculo cuyo objetivo mayor es deslumbrar y sorprender. Para lograrlo, de inicio un título sexi para el taller, así llenamos la sala, dirían. Un hermoso PPT, una poderosa "dinámica grupal" y un contenido que permita el lucimiento necesario para capturar a nuevos seguidores. 

Los participantes clásicos saben muy bien que su papel los limita a ser "escuchantes profesionales"., es decir ser sólo dóciles oidores cuya labor radica en recoger como "migas de pan" la info más significativa o aleccionadora de los expositores. Igual ocurre con los títulos de libros y los archivos PPT que seguramente quedarán eternamente guardados en un olvidado USB. Un collage de datos que lucirán orgullosos durante los siguientes días.

LA CO-CONSTRUCCIÓN "COMO DOCTRINA"

La propuesta estaba hecha y era inminente su realización. Era momento de poner a prueba la consistencia del diseño y sus primeras manifestaciones no tardarían, ya durante los días previos recibí el apoyo total de Cristian Figueroa y su equipo quienes se pusieron al servicio de la causa.


A propósito, esta CONLAF24 tuvo la feliz presencia de facilitadoras y facilitadores de diversas partes de Latinoamérica y de España. Una parte de éstos fueron las y los integrantes de la Escuela Tejeredes quienes hacía sólo dos días habían finalizado su encuentro institucional (C.I.R.C.O.) y aún frescos del espíritu colaborativo se adhirieron íntegramente a nuestra propuesta de co construcción por lo que el viernes 19 de enero y a las 10 am. a unas pocas horas de la inauguración, un grupo de ellas y ellos se sumaron a un esforzado acto simbólico: el izamiento del banner de la CONLAF24 en el auditorio del ISET. 

No fue una tarea fácil, fue bastante complicado pero a falta de destrezas físicas nos sobraba gran dosis de entusiasmo, voluntad e iniciativa. Fue un acto mágico de creatividad con esfuerzo colectivo de facilitadoras/es visitantes se despojaron de indiferencias para -ensuciarse las manos- sumándose humildemente al trabajo de izar este significativo cartel con el nombre del evento. 

Fue un espacio de aporte solidario de adecuación y soporte. Helena Piacenza, Marinel Estacio, Mariano Carniel, Cristian Figueroa, Héctor "Tito" Hevia, Pablo Villoch, Luis Oré, Héctor Villarreal y yo sumamos hasta sentirnos orgullosos del producto. Palos, varillas, soguillas, tornillos y taladros fueron testigos de este acto de desprendimiento y compromiso (ver fotos y video)


Este acto de co-construcción literal marcó la tónica de esta CONLAF24. Todas y todos apoyaron, contribuyeron y sumaron. Dejamos la postura tradicional y asumimos la colaborativa donde todos se comprometen y entienden que el evento al ser de todos es mío también. Todos se pusieron la camiseta de la CONLAF y la sudaron como equipo... ¡nuestro equipo!

El camino que guió este acto nos inspiró a lo largo de este evento de tres días. Todos apoyaban, todos acomodaban, todos compartían. El aprendizaje nunca fue más significativo aquellos días, no solo en las aulas sino en la experiencia total de este evento latinoamericano que nos dejó profundas huellas que se traducen en estas reflexiones. El cambio se había iniciado.