
LA FACILITACION DEL DIÁLOGO se ha
convertido en la última esperanza del gobierno para evitar naufragar con el mar
de conflictos que generó el Proyecto CONGA. A cambio, el sacerdote Gastón
Garatea y Monseñor Miguel Cabrejos, los facilitadores llevados por el gobierno
a la “mesa de diálogo”, ponen todos sus recursos para hacer bien su trabajo. Hacen
gala de su paciencia infinita, su fe y la sabiduría gestada por muchos años de
ejercicio pastoral y social.
Ellos no son facilitadores
académicos, no son facilitadores profesionales, no son agremiados de esta aún
novedosa especialidad. Son facilitadores autodidactas a partir del ejercicio sacerdotal,
curtidos en el fragor del trabajo y cercanía a su feligresía, en las mesas de
lucha contra la pobreza o dirigiendo a
la gran organización eclesiástica.

Decir que los facilitadores han
fracasado sería injusto. Creo que los facilitadores han dado muestras de seguir
un camino al cual los desconfiados consideraron predeterminado y erróneo. Ellos,
han caminado por la línea correcta y los primeros frutos se observan. Eso es un
logro y hay que felicitarlo. Y lo que es mejor, lograron lo que hace años hemos
anhelado: posicionar la facilitación en el Perú.
La Asociación Peruana de
Facilitación APF hace votos para que la labor de los facilitadores siga siendo
ética, justa, noble y ejemplarizante. El Perú espera que de este diálogo salgan
a flote voces llenas de verdad para construir un futuro sano y sostenible. ¡qué
honor sería incorporarlos a nuestra orden …bienvenidos sean!
Hans Gutiérrez
Presidente
Asociación Peruana de Facilitación APF
Director
DH FACILITADORES