¿A QUÉ LLAMAMOS OUTDOOR TRAINING?

Por Hans Gutiérrez

Ahora que está tan de moda en las empresas e inclusive organizaciones del Estado, resulta importante puntualizar a qué se denomina OUTDOOR TRAINING.

Históricamente el OUTDOOR TRAINING aparece en Estados Unidos e Inglaterra a propósito de la cercana y terrible experiencia de la Segunda Guerra Mundial. La mirada militar de aquellos años fue aplicada a la recuperación económica en las organizaciones y empresas. Es así, que inicialmente este esfuerzo (táctico) se aplicó para armonizar los equipos de trabajo especialmente en funcionarios y ejecutivos. Posteriormente, fueron ampliando el concepto hasta los demás estamentos.

La idea, es generar  en un espacio abierto (campo) un conjunto de juegos o actividades que permitan a las y los participantes vivenciar una experiencia de la cual extraer conclusiones (aprendizajes) aplicables para la mejora del entorno personal y profesional. Actualmente, a este tipo de trabajo se le denomina EDUCACIÓN EXPERIENCIAL y se llama FACILITADORES DE APRENDIZAJE a aquellos que diseñan este proceso que permite a cada participante extraer conclusiones útiles para la viabilidad de su organización.

Un OUTDOOR TRAINING es mucho más que un conjunto de divertidos juegos al aire libre, es un proceso diseñado para mejorar aspectos reconocidos como débiles por la organización para lo cual es imprescindible que las o los facilitadores tengan claro los objetivos de la organización para luego proponer la estrategia y actividades a desarrollar en el campo. 

Lamentablemente, muchos decisores de las organizaciones no distinguen bien este tipo de trabajo -y en realidad- esperan mucho menos de lo que deberían, por lo que es imprescindible explicarles a detalle que lo que se pretende hacer es más complejo y requiere de una preparación previa con entrevistas y acuerdos entre la organización y las/los facilitadores del aprendizaje a fin de garantizar el mejor servicio posible.

Para qué es útil? Entre otras virtudes el OUTDOOR TRAINING logra potenciar algunas competencias personales y grupales, por ejemplo:

• Estimula la confianza y desarrolla/potencia el espíritu de trabajo en equipo, para lograr la cooperación y complementación entre los miembros.
• Potencia el liderazgo y la capacidad de delegar responsabilidades.
• Motiva a los participantes en los compromisos del trabajo diario.
• Fomenta la comunicación e integración entre áreas y miembros de una organización.
• Aumenta la resistencia al estrés.
• Mejora la reacción de sagacidad en ingenio ante situaciones de presión y cambio.
• Aumenta la confianza entre compañeros.

Más información: capacitacion@dh-facilitadores.org / Telf. 4605443