Por: Hans Gutiérrez[1]
Director de DH FACILITADORES / DH CORP
Son miles de casos. Por decir
algunos, señalaré que la experiencia dolorosa de una jefa o jefe mandón y
agresivo, o la de un empleado quisquillosamente respondón o tal vez la de una
colaboradora que sospecha animadversión en cada empleado que le dejó de hablar.
Estas cosas ocurren reiteradamente e inciden claramente en el bienestar
emocional y productivo de cualquier equipo.
Éste artículo intentará hacerle
ver, querido lector, el modo en el que la perspectiva de la salud mental
permite descubrir y comprender aquellos factores que influyen en un buen clima
laboral. De modo tal, que usted tenga en cuenta ciertos factores clásicos y
acaso universales que manejados inteligentemente pueden incentivar los más
puros entusiasmos o sofocar las más desesperantes crisis.
¿QUÉ ES SALUD MENTAL?
Veamos, ¿qué es salud mental? Es
definida por la OMS[2]
como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus
propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede
trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución
a su comunidad”.
Por otro lado, el MINSA[3]
señala “la salud mental es mucho más que la ausencia de enfermedad mental” y
agrega, “cuando hablamos de la felicidad, de la tranquilidad de espíritu, de la
capacidad de goce o satisfacción, estamos usualmente hablando de la salud
mental”
Según estas miradas, se espera
que cada persona sea feliz (viva en bienestar) y en virtud a ello, logre
desarrollar sus capacidades personales para ser fructífero y productivo.
DOS FACTORES
Rescato de estas definiciones dos
variables: felicidad y productividad.
Ambas son de naturaleza diferente
pero a la vez sanamente complementarias en espacios laborales y supone que el
bienestar o felicidad del colaborador/a incide en el flujo productivo de la
empresa u organización. Es decir, no habrá el desarrollo de las capacidades y
productividad si antes no hay felicidad o bienestar.
Factor 01: FELICIDAD
La felicidad tiene muchas causas
pero para efectos de este artículo la miraremos desde la perspectiva de la
autorrealización[4]
propuesta por Abraham Maslow, entendiéndose a ésta como el desarrollo de todo del
potencial de cada persona. Por tanto, la felicidad dependerá de la satisfacción
de ciertas necesidades como la de seguridad, la de amor y la de éxito.
Un colaborador o colaboradora, en
ese sentido, buscará a través del desarrollo de su trabajo una pericia tal que le permita
reconocimiento en su entorno social, influencia en las decisiones importantes,
honor y éxito en el sentido remunerativo para solventar el amor y sus frutos consecuentes
así como los años venideros.
Todo aquello que conspire o
impida el tránsito por esta ruta vital amenazará su felicidad. En esa línea, el
gran espacio de tiempo que usa cada persona para trabajar resulta ser, en
promedio, al menos la mitad de su vida consciente o despierta (08 horas). Por
tanto, sus posibilidades de felicidad están en función al espacio donde labora,
el lugar donde se desempeña y las relaciones o vínculos de satisfacción
emocional que allí el o la colaboradora forje.
Factor 02:
PRODUCTIVIDAD
El interés de las empresas, de
esta época, se ubica en el logro de productos u objetivos siendo éstas decisivamente
influyentes en la generación de espacios agradables de convivencia laboral,
pues de este factor dependerá el logro de esta maravillosa ecuación.
PRODUCTIVIDAD =
FELICIDAD (buen clima laboral + autorrealización)
La felicidad genera inspiración,
motivación, creatividad, flujo relacional y por sobre todo posee un efecto multiplicador
del buen estado de ánimo. La ausencia de felicidad por el contrario, acarreará
desánimo, falta de compromiso, relaciones rotas y menor productividad.
Sin embargo, no sólo la calidad
de relaciones resulta decisiva. Son, también los vínculos con el poder o
jerarquías los que influyen grandemente, sobre todo si los estilos de gestión
afectan o detienen el natural desarrollo hacia la autorrealización de sus
colaboradores/as.
CLIMA LABORAL
El clima laboral es el ambiente
generado por las emociones de los miembros de un grupo u organización, el cual
está relacionado con la motivación de los empleados. Según Chiavenato (1992) constituye el medio
interno de una organización, la atmosfera psicológica característica que existe
en cada organización.
Los espacios laborales son en
alguna medida prolongación de la vida cotidiana, colindante con los íntimos
círculos de la familia o de la vida amorosa. Los mismos conflictos que se
experimentan con el padre, la madre, los hermanos o parejas, se confunden con
los que se viven con los jefes, supervisores u oficinistas.
Basado en esta reflexión, el
clima laboral es la suma de los estados emocionales de todas y todos los
colaboradores y que por su complejidad es que resulta impredecible o inmanejable
para aquellos que no tienen la sensibilidad o conocimiento necesario, y que
además tienen la responsabilidad de conducirlos. Bastan algunos ejemplos para
confirmarlo: La “la ley del hielo”, la “lista negra”, los “bandos antagónicos” o
los “innombrables” son manifestaciones grupales/populares que reflejan las
inequidades, injusticias o preferencias que rompen el equilibrio emocional hasta
inhibir la productividad.
Bajo el prisma del clima laboral cada
persona es un mundo y este mundo muchas veces es activado por inesperados
impulsos u temores complejamente enhebrados a un círculo de individuos que sin
saberlo movilizan emociones, frustraciones, actitudes o posturas difícilmente
comprensibles. A eso es lo que hay que apuntar a un espacio con relaciones
interpersonales sanas, donde la confianza fluya y la comunicación no
experimente baches, quiebres o limitaciones.
En esta época de la “tercera ola”
de la “era digital” y los equipos colaborativos la lucha social se da entre dos
posturas o paradigmas: unos de buscan la productividad desde un tradicional
liderazgo vertical, rígido y ásperamente controlador y aquellos innovadores que
buscan la productividad desde la felicidad, entendiéndose a ésta por generar
relaciones horizontales y en red, respetuosas y de involucración
creativo-funcional.
LOS GRANDES RETOS DE
ESTA ÉPOCA
El gran reto es conciliar ambas
posturas con lo mejor de cada lado: la modernidad y el pleno desarrollo de cada
ser humano así como la práctica de liderazgos controversiales aunque si
inspiradores, ambiciosos y respetuosos de cada colaborador/a, vigilando
esperanzadoramente el desarrollo de sus sorprendentes posibilidades.
Finalmente, debo señalar
proféticamente que se forjarán líderes o decisores responsables, conscientes de
su ego, enfocados en entender la naturaleza humana, capaces de descifrar las
necesidades, los sueños y las expectativas de las y los trabajadores, que coadyuven
a la gestión de grupos sanos y solidarios, que generen equipos felices, capaces
de construir colaborativamente culturas organizacionales ejemplares que apunten
a la productividad individual, colectiva y por sobre todo que visionariamente
sean capaces de aportar hacia la construcción de organizaciones mejores y acaso
un mundo mejor.
[1] Psicólogo, psicoterapeuta grupal y facilitador de
procesos grupales y equipos. Director de DH FACILITADORES y DH CORP. Email:
hansgutierrez@dh-facilitadores.org
[2] OMS: Organización Mundial de la Salud.
[3] MINSA: Ministerio de Salud
[4] Autorrealización. Término acuñado por el psicólogo
Abraham Maslow en el que sostiene que todo ser humano nace con la tendencia a
buscar la salud mental a través del deseo de la autorrealizarse, desarrollando
previamente todo su potencial que incluye la sanidad, la seguridad, el amor y
la capacidad de éxito.
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