La australiana Bronnie Ware trabajó durante años reconfortando a pacientes terminales. Estos pacientes, a los cuales no había más que calmarles el dolor, solían tener algún tipo de revelación antes de morir. A partir de ello, Ware escribió el libro The Top Five Regrets of the Dying (Los 5 mayores remordimientos de los moribundos), en donde refleja toda su experiencia.
Su libro se ha traducido a 27 idiomas y
ha servido de inspiración a miles de personas alrededor del mundo. Todos
tenemos cosas de las cuales arrepentirnos, pero cuando alguien está en
los umbrales de la muerte, ya es tarde para tratar de enmendar esas
cosas. Con palabras reconfortantes y un toque de humor, la escritora
enlista las 5 cosas de las que la gente se arrepiente antes de morir.
1. Ojalá hubiese tenido el coraje para vivir una vida auténtica por mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí. Se
requiere una buena dosis de coraje para seguir nuestros sueños y
anhelos. Mucha gente elige un camino que no deseaba para quedar bien con
los demás, o simplemente porque cree que lo que quiere es irrealizable.
2. Ojalá no hubiese trabajado tanto. El
trabajo puede darnos grandes satisfacciones personales y la sensación
de que cumplimos logros. No obstante, demasiado trabajo nos aleja de
nuestros seres queridos y de otras cosas que también son importantes
para tener un buen desarrollo personal. La adicción al trabajo puede
hacerte perder momentos importantes de la vida.
3. Me hubiese gustado tener el coraje para expresar mis sentimientos. En
muchas ocasiones, nuestra educación nos impide expresar lo que
realmente sentimos acerca de alguna situación o alguna persona. Aprender
a expresar nuestras emociones en el momento correcto, puede ser una
llave para evitar el arrepentimiento.
4. Lamento no haberme mantenido en contacto con mis amigos. Con
todas las actividades que nos exige la vida moderna, es común que no
tengamos tiempo para nuestros amigos. Es fundamental balancear nuestro
tiempo para compartirlo con aquellos a los que queremos. ¿A quién hace
tiempo que no le hablas, pero te gustaría ver?
5. Desearía haberme permitido ser más feliz. El
terror al cambio es un miedo razonable, pues implica cierto riesgo y
una serie de consecuencias inesperadas. Pero mientras ese miedo nos
petrifique, no seremos capaces de avanzar y lograr nuestros objetivos.
Todo cambio es un riesgo, pero sin cambios no hay mejoras.
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