jueves, 6 de enero de 2022

LEJOS DE LOS OJOS... CERCA DEL CORAZÓN

 

Por: Miriam Torres

La migración es un fenómeno que sigue creciendo y que sucede desde tiempos inmemoriales, los primeros migrantes se desplazaban para satisfacer necesidades básicas de alimentación y abrigo,  para lo cual,  se instalaron en lugares diversos formando tribus, pueblos, comunidades, hasta que con el transcurrir de los años, conforman lo que ahora apreciamos como grandes ciudades que albergan a hombres y mujeres de muchas nacionalidades.

La movilidad humana es un fenómeno reconocido como un proceso primordial en la vida de las personas, mediante ella las personas han generado desarrollo social cultural y económico.

La migración está inserta en el sistema global, cuya característica es la apertura de fronteras para el libre movimiento de capitales y mercancías, que se contradice con la posibilidad de legalizar la situación de los migrantes restringiendo la entrada y movilidad de las personas. 

Esta situación hace que la migración se convierta en una problemática que expone a gran cantidad de seres humanos a la fragilidad de la explotación laboral, la xenofobia y la exclusión de los migrantes pobres, además de la violación sistemática de sus derechos humanos, por lo tanto afecta tanto a los países de origen como a los receptores. Los principales países de destino de las y los migrantes siguen siendo Europa y Estados Unidos.

Las causas, motivaciones y consecuencias de la migración son tan diversas como el origen de quienes migran, en todos los casos significan un aporte a la multiculturalidad pues junto con el desarraigo y con el estigma de la indeseable etiqueta de inmigrantes llevan sus creencias, tradiciones, comidas, ritmos y las muestran, las entregan al mundo.
 
Las migraciones son clasificadas de acuerdo a su destino (nacional o internacional), pero también de acuerdo a la voluntad de quien migra (voluntarias o forzadas).  Las voluntarias se realizan en busca de mejores oportunidades laborales o de estudios, el objetivo es mejorar la calidad de vida tanto de la persona que emigra como la de su familia, esta calidad migratoria a pesar de contar con fecha de retorno, ocasiona mucho dolor ya que con el transcurrir del tiempo la permanencia se hace más dura, se experimenta la tristeza por la añoranza de los círculos sociales, las redes familiares progresivamente van desapareciendo del entorno, por causas naturales o porque la distancia ha ocasionado la indiferencia o desapego de la familia.

Un caso distinto y de dolor superlativo lo constituyen las migraciones forzadas, éstas ocurren cuando una o más personas se sienten amenazadas y sus vidas corren peligro, se movilizan no por  voluntad e ilusión familiar o propia, sino que son desplazados violentamente, este tipo de migración se presenta en las zonas donde han ocurrido desastres naturales por lo cual las personas deben refugiarse en lugares seguros, en la actualidad se les conoce como desplazados por efecto del cambio climático.

Así también tenemos, el otro tipo de migración, aquella que llamamos forzada y que lo constituyen las personas víctimas de enfrentamientos y conflictos armados, donde la vida está permanentemente amenazada, donde la única alternativa es migrar.  Se dice que este tipo de migración afecta alrededor de 24 millones de personas en el mundo.

Cuando nos referimos a  la migración forzada, no podemos dejar de referirnos al ejemplo más reciente, a aquellas y aquellos migrantes, refugiados sirios, a más de cuatro millones de personas que han huido de la guerra y han migrado a los países vecinos, más de doscientos mil personas muertas ante la indiferencia de la comunidad internacional y donde los más afectados son niñas y niños que no han tenido la oportunidad de conocer una vida pacífica y donde la esperanza de una solución a los conflictos no se avizora.

Están próximas las fiestas navideñas, alrededor de 240 millones de varones y mujeres estarán fuera de su país, vivirán la tradición navideña a solas o con personas de otras costumbres,  otra cultura,  otras tradiciones, quizá a algunas de ellas apenas si las conocen. Quizá eso enriquezca sus vidas, quizá sirva para valorar a la pareja, a los hijos, a la familia ausente, quizá es la oportunidad para encontrarse con el verdadero espíritu de la navidad.

Es la fecha del reencuentro que no llega, muchos no podrán viajar, por su calidad de irregular, porque no hay ahorros o sencillamente porque las condiciones de su país de origen siguen siendo las de inseguridad y muerte. Aquellos que se quedan sin la posibilidad del reencuentro solo les quedarán los sabores y olores a recuerdo.

Durante la navidad escucharemos villancicos, Noche de Paz cantaremos, olvidando que hay países en guerra o que nos sentimos expuestos al abuso del control policial por ser “ilegales”.  Muchos niños pobres, de todas las razas, hijos de migrantes nacerán, como nació Jesús, algunos con papá y mamá cerca, otros con uno de ellos a miles de kilómetros, con deseos de conocerlo o quizá llorando el fracaso de su proyecto migratorio.

Llega la Navidad,  la ocasión es propicia para que los pueblos en conflicto olviden sus diferencias y se entreguen a una de las tradiciones más antiguas del mundo: La celebración del nacimiento del Niño Dios, donde hasta las guerras tienen tregua.

Se acerca la Navidad, fiesta entrañable de celebración y de unión de las y los cristianos. Para aquellos que migraron son días difíciles, de lucha, tristeza y compensación de los vacíos, de la ausencia, para los que se quedan, son días de renovación de afectos, de abrazar recuerdos, pero por sobre todas las cosas son días de espera.

Hablar de esperanza en este tiempo, teñido de conflictos, de intolerancia, de falta de diálogo, de inequidades parecería insulso, sin embargo, la esperanza es el factor que nos une, es la esperanza que nos lleva a participar activamente de la construcción de un mundo diferente, donde si no existe la ciudadanía global pues las fronteras, los límites territoriales y las barreras culturales, lo impiden, existe la solidaridad universal, la fuerza de las voluntades, para incidir en la conciencia de los decisores a asumir la responsabilidad de protección y de garantía de derechos.
 
281 millones número estimado de migrantes internacionales a nivel mundial (Al 2020)
49% porcentaje de migrantes en el mundo que son mujeres
82.4 millones de refugiados y desplazados en el mundo (Al 2021)
Las personas migrantes constituirían el quinto país más poblado del mundo


*Este artículo fue publicado en la Revista SIGNOS del Inst. Bartolomé de las casas
 

No hay comentarios: