lunes, 2 de marzo de 2009

(video dinámica grupal) ¿LA UNIÓN HACE LA FUERZA?

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Encontré este lindo video brasileño, usado para desarrollar el tema de "La unión hace la fuerza". Lo utilicé (pues lo consideré oportuno) hace un tiempo en una institución de Lima, durante el taller CÓMO CONDUCIR GRUPOS, que dicté con el fin de capacitar a un grupo de sus profesionales.

A veces puede ser complicado ésto de trabajar con profesionales reconocidos o "de peso". Generalmente es muy divertido, sin embargo, advierto que debemos estar preparados, pues podemos encontrar sorpresas. Más aún, cuando el taller exige desarrollar competencias y habilidades sociales no siempre auto-cuestionadas por los y las profesionales que lucen con orgullo su amplia trayectoria o su reconocido liderazgo en la institución.

Ocurre, que los años de trabajo generan (consecuentemente) una tranquilidad y comodidad que puede llegar a ser perniciosa por lo que puede extinguirse el hambre de aprender y de arriesgar. (Y lo digo yo, que también he sido imbatible).

Me explico: van superando año tras año las incómodas postergaciones y se van erigiendo poquito a poco como los o las profesionales inamovibles. Se van especializando, ya no en el conocimiento mismo, sino que "crecen" gracias a su inalcanzable experiencia. La humildad se evapora y la chispa vital también. Son tan "grandazos(as)" que los respetos iniciales, gratamente ganados en su grupo, se van degenerando lentamente en miedos y la blanda sencillez juvenil se vuelve soberbia.

Es difícil para una institución enfrentar situaciones así. Son profesionales que se niegan a seguir aprendiendo o a re-aprender: "Ya no hay quien me enseñe nada". En esta posición él o la profesional deja de ser un aporte y se convierte en obstáculo para el grupo y para su institución. No habrá unión ni tampoco la integración grupal esperada.

Quiero comentarles que descubrí (y lo comenté hace algunos e-mails) que las personas cuando dejan de buscar el amor envejecen y en vez de atreverse a seguir creciendo inician la "conservadora" defensa de lo obtenido (empiezan a morir) cuadrándose, cual golero, desde el centro de sus laureles hasta el último centímetro de sus logros.

Ante esto...¿qué sugerir?

Quizás sea mejor aventurarse a conquistar -con un poco de audacia- nuevos espacios. Quizás la autoconfianza necesaria para proponerse nuevos proyectos. Quizás tener -bajo la manga- la redentora vocación por la renuncia. Es muy difícil hacer eso...quizás sea una de las cosas más difíciles de la vida. Es muy complicado ser absolutamente honesto y coherente con nosotros mismos. Esa condición sólo la puede otorgar el amor.

Estimado amigo(a) facilitador(a) ¿podremos detectar esta "traba" laboral, que es tan humana y compensible si antes no la descubrimos en nosotros(as) mismos(as)? ¿Será acaso imperativo que nuestra formación como facilitador(a) requiera de una dolorosa ascención hacia una radical honestidad?.

Quizás el intentar ser un mejor ser humano nos obligue a entender mejor a las personas con quienes trabajamos. Conducir a un grupo y liderarlo requiere del respeto de los demás y el respeto se gana cuando el resto siente tu honestidad y coherencia.

Sólo así el grupo confiará y la unión hará la fuerza.
"Sigamos buscando el amor, dejar de hacerlo es empezar a morir"

Un abrazo

Hans Gutiérrez
moderador
DH FACILITADORES.


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