Tomado de: http://www.xtrategy.com.mx y http://www.todopositivo.com
Gung Ho, es una palabra china que significa Trabajar Juntos,
el cual había sido el lema de los aviadores de asalto de Carlson durante la
Segunda Guerra Mundial. Dichos aviadores se hicieron famosos por su entusiasmo,
trabajo en equipo y resultados notables. La expresión “Gung – Ho” quedó
incorporada en el idioma inglés para describir una actitud de entusiasmo,
energía y dedicación sin límites frente a una actividad cualquiera1. Sin
embargo la filosofía fue adoptada en los Estados Unidos de América y documentada
en el año de 1997 por Kenneth Hartley Blanchard, experto en dirección y gestión
de empresas.
Gung Ho, es una técnica revolucionaria para estimular el
entusiasmo y el desempeño en cualquier organización. Basados en la imitación de
procesos de la naturaleza que nos permitirán obtener la calidad del servicio a
los clientes y la calidad de vida a la cual pueden tener acceso los
colaboradores. Los equipos de trabajo Gung Ho basan su comportamiento en:
1. El espíritu de la ardilla
Es conocer el por que de nuestro
trabajo y que tan importante es para la humanidad, es decir, es tener en cuenta
de que nuestro trabajo vale la pena. Para alcanzar el espíritu de la ardilla
debemos trabajar en pos de una meta compartida, de una meta establecida en
equipo, la cual posea todo el interés, apoyo y compromiso de la gente que ha
participado en el proceso. Estas marcaran el derrotero desde nuestro punto
actual hasta aquel en donde queremos estar en el futuro. Estos planes solo se
llevaran a cabo bajo la orden del único jefe en una organización gung ho: los
valores. Estos son la guía del plan de trabajo. Todas las decisiones y
actuaciones deben hacerse en base a los valores, ya que estos son los cimientos
en los cuales podemos confiar, son los que “sostienen el esfuerzo". Estos
elementos son los que lograran que el trabajador se sienta importante
realizando su actividad y que valore lo que hace, de tal forma que adquiera
sentido de pertenencia y “el amor propio”.
2. El estilo del castor
Es ejercer el control de manera
independiente para alcanzar las metas, es poseer un alto grado de control sobre
nuestro destino, es hacer lo que estamos en capacidad de hacer, es hacer “lo
correcto de la forma correcta”. Para obtener el estilo del castor, los gerentes
deben dejar que los trabajadores hagan su juego. Las metas y los valores
definen el territorio y las reglas. Los gerentes deben asignar las posiciones
de manera correcta a los trabajadores y dejar que estos se encarguen de su
labor. La organización debe brindar apoyo a las personas y valorarlas como tal,
a medida que esto se haga, los trabajadores asumirán más control. Además de
esto, la organización debe exigir un poco mas teniendo en cuenta las
capacidades y destrezas de los individuos que la conforman. Debe asignar
trabajos que exijan lo mejor del personal y que les permita aprender. Por
ultimo los gerentes deben ser “jefes sin ser mandones”, y deben hacer fluir la
información, de tal manera que haya acceso total a esta.
3. El don del ganso
Es “alentar a los demás a seguir
adelante”, es el apoyo mutuo e incondicional, es estimular constantemente, “es
la fuerza que impulsa a la gente durante la realización de una misión
verdadera, es una razón para trabajar”. Para lograr el don del ganso, es
necesario satisfacer las necesidades básicas del individuo con una y justa
remuneración y es necesario “alimentar el espíritu de estas por medio de las
felicitaciones”. Las felicitaciones deben ser de verdad, y son importantes ya
que ayudan a recordar a las personas que lo que esta haciendo es valioso para
el logro de las metas compartidas. Se debe tener en cuenta que el don del ganso
exige otorgar premios a los que han trabajado excelentemente, exige hacerse de
lado para que un miembro del equipo lleve acabo un proyecto de gran
importancia, sin ejercer presión o control sobre este; y exige reconocer y
felicitar por el progreso. Por ultimo se debe dar animo mutuamente entre
gerentes y colaboradores para llenar el trabajo de entusiasmo y positivismo.
El gung ho radica de la
observación de la actitud de ciertos animales (la ardilla, el castor y el
ganso) y como se desenvuelven estos en su naturaleza. Esto nos muestra de cuan
importante es nuestro entorno y de que en este se pueda encontrar la solución a
nuestros problemas, solo basta mirar mas allá de nuestro ojos y abrir un poco
mas la mente, ya que si no lo hacemos, nos estaríamos encerrando en un mundo
estrecho.
Si queremos ser gerentes exitosos
debemos visionar y ver el futuro, debemos soñar, ya que los sueños nos guiaran
en el camino para la realización de planes; y es aquí donde debemos hacer que
nuestros colaboradores se comprometan, para que esta meta no solo sea
importante para uno sino también para un grupo de personas que son parte
importante de la organización.
Ese compromiso es la chispa que
hace que se encienda la llama que motiva, que empiece el proceso continuo de
motivación. Luego el saber asignar la tarea adecuada al individuo adecuado, se
convierte en parte fundamental del proceso motivacional, ya que el saber
delegar funciones de acuerdo con las capacidades de los colaboradores hace que
estos cumplan sus actividades bajo su responsabilidad. A esto le sigue el
constante apoyo mutuo e incondicional.
Por ultimo debemos saber que si
deseamos una organización exitosa, con gente feliz y comprometida en donde
exista en excelente clima organizacional invadido por el positivismo y los
buenos resultados, deje que el espíritu de la ardilla haga realidad el plan de
Dios para tu organización, deje que el estilo del castor haga el plan de Dios
para tus colaboradores y deje que el don del ganso sea el regalo de Dios para
todos. En pocas palabras, aplica una de las mejores técnicas: el gung ho.
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