Tomado de la sección Tecnología del Diario Gestión
Título: El lado oscuro de la tecnología
La tecnología en la actualidad
participa del día a día de las personas desde diferentes aspectos. Desde la
forma de preparar nuestros alimentos, cómo elegimos vestirnos, la modalidad de
trabajo y hasta la manera en que nos entretenemos, todo la cotidianidad del ser
humano está inmersa en un sinfín de procesos y productos tecnológicos, según el
portal DonWeb.
Que esto sea así nos permite
administrar mejor nuestro tiempo, disfrutar de los ratos libres y llevar una
vida más cómoda y sencilla. Sin embargo, no todo es color de rosa por donde las
manos de la tecnología intervienen, puesto que “el lado oscuro” esconde una
serie de trastornos que padecen las personas que utilizan la tecnología como
una parte imprescindible de sus vida.
¿Te ha ocurrido alguna vez que te
pongas nervioso porque tu conexión a Internet es demasiado lenta, o que quieras
tirar la impresora contra la pared porque cuando te toca imprimir algo
importante te quedaste sin tinta? No te alarmes, a muchos les pasa y no
significa que estés enfermo, pero fíjate que tan pronto la tecnología deja de
brindarnos comodidad para fastidiarnos al menos durante un rato.
Para ciertas personas hechos como
estos no son aislados y experimentan algunos trastornos psicológicos para los
cuales sí hay que estar atentos.
Actualmente chatear, enviar
mensajes, mirar nuestro perfil de Facebook o de nuestros contactos, twittear,
hacer y recibir llamadas, tomar una selfie y subirla a Instagram, ver una
película por streaming y hasta hacer una video llamada desde el celular con un
amigo que está al otro lado del mundo son actividades de lo más comunes. Pero
qué sucede si alguna de estos servicios deja de funciona o no lo hace bien.
En diciembre del 2012 la palabra
Gmail fue trending topic en Twitter luego de que el correo electrónico
estuviera interrumpido por cuarenta minutos aproximadamente mostrando una
pantalla de error en sólo algunos usuarios de todo el mundo. El enojo, las bromas
y las quejas tuvieron su espacio en 140 caracteres, pero para algunos esto
provocó más que una molestia.
Tecnología vs Mente
Según la consultora Tech Hive,
que se encargó de recopilar los casos de enfermedades psicológicas provocadas
por el uso de la tecnología, nuestro cerebro es capaz de hacer ciertas
asociaciones que pueden jugarnos en contra. Por ejemplo, aquellos que padecen
el síndrome de la llamada imaginaria revisan constantemente sus celulares
confiados de que está vibrando cuando en verdad no es así.
Posiblemente asocian cualquier
ruido con el del rington del celular, pero la mínima sospecha los remite a sus
dispositivos. La misma consultora asegura que hasta el 70% de los usuarios de
telefonía móvil han pasado por esta experiencia alguna vez, el caso se
convierte en el llamado síndrome cuando el usuario no puede soltar su celular
ante la sospecha de que suene.
En este sentido, también se
conocieron casos de personas que sufren la distancia con sus celulares,
patología que se denominó Nomofobia y cuyos síntomas empiezan con una sensación
de incomodidad por haber olvidado el celular en algún lado o porque no lo puede
usar ya que está roto, hasta episodios severos de ansiedad.
Para Gary Small, psiquiatra de la
Universidad de California, cuando el cerebro pasa más tiempo abocado a tareas
relacionadas con la tecnología “se aleja de las habilidades sociales como la de
interpretar las expresiones faciales durante alguna conversación”. En este
sentido, vale recordar lo que sucedió con los usuarios de Blackberry hace unos
cinco años atrás cuando estos eran los únicos dispositivos conectados a
Internet y tras una interrupción del servicio se empezó a hablar de que ahora
se les podía ver la cara a los que tenían un Blackberry.
Pero no todo pasa por el uso de
los dispositivos. Las redes sociales y la conexión a Internet se ganan su lugar
en la mente humana. La depresión del Facebook es otra de los trastornos
psicológicos contemporáneos ya que muchas personas sufren la falta de
comunicación de sus contactos o la ausencia de estos. El síndrome puede empezar
como una depresión pero puede alcanzar hasta rasgos de fobia social y rencor
social.
La dependencia de Internet es
quizás la enfermedad más común, de la misma se desglosa el mal hábito al que ya
muchos estamos acostumbrados y que hasta se ganó una denominación: Phubbing, y
es en este caso lo que generan quienes no pueden dejar de mirar el celular. En
cuanto a la enfermedad en sí misma, la dependencia afecta tanto a las personas
que interfiere en la vida social y familiar provocando el asilamiento y una
fantasía de autosuficiencia siempre y cuando pueda estar conectado a Internet.
Bajo esta dependencia ocurre
también el efecto Google, un padecimiento que tiene como síntoma la negación
por analizar o adquirir información nueva confiados en que todo lo que
necesitemos saber lo hallaremos en el libro gordo de Google.
Según la psicóloga Emilia López
Perla “las redes sociales e Internet causan una modificación en la percepción
de la realidad, los pensamientos y diálogos internos, por lo que la
personalidad como en cualquier adicción o psicopatología cambia drásticamente,
afectando también su entorno ya que esto genera un retroceso en las habilidades
sociales”.
Otros trastornos comunes son
cibermareo, una especie de descompensación provocada por los aparatos de
realidad virtual, y cibercondria, que es como un hipocondrismo pero provocado
por lo que leyeron en Internet acerca de un dolor o una sospecha de enfermedad
física.
Cada una de estas enfermedades
cuenta con tratamientos para los casos más ligeros y los más complejos también,
inclusive existen métodos similares a los que se aplican con los alcohólicos
para desafectar a los tecno dependientes. Aún así, los especialistas en estas
patologías resaltan que es importante que se puedan reconocer los síntomas y no
se desestimen para poder iniciar una pronta recuperación, lo que puede llevar
desde un mes hasta años de trabajo.
http://gestion.pe/tecnologia/lado-oscuro-tecnologia-2136292
No hay comentarios:
Publicar un comentario