...A mediados de los 80's , los que estudiábamos psicología queríamos encontrarle un sentido más preciso a nuestra carrera. Queríamos formarnos para darle a nuestra profesión la connotación de actividad sanadora. Así como los médicos curaban con medicinas, los psicólogos queríamos hacerlo con la palabra, con el cuerpo, con la imaginación, con el grupo. Una formidable ambición.
Esto nos llevó a conocer a muchos que en aquel tiempo practicaban esta disciplina. Por aquellos días conocí al psiquiatra Felipe Iannaconne, quien se lucía cada fin de semana "curando" a través de la psicoterapia grupal gestáltica a pacientes y alumnos camuflados. Éstos últimos siempre ansiosos de sanarse a sí mismos para ser mejores profesionales. Era el principio de nuestro oficio: Si no estás sano ¿cómo puedes sanar a alguien?
Miraba con admiración cómo, en el Hospital Carrión del Callao, en medio de un grupo de 20 a 30 personas -cada semana- éste personaje, que parecía un gran oso de pelo blanco mostraba tal pericia que hacía que anhelábamos adquirir rápidamente tanta sabiduría. Para aprender sus ejercicios grupales, su técnica, su manejo había que vivenciarlas previamente. Todo un esfuerzo que nos obligaba se cuestionarnos continuamente, a tratar de ser más honestos, tratar de ser coherentes con la teoría de esa escuela.
Como quien "pela una cebolla", cada sesión nos empujaba más a una confrontación con nuestro peor lado humano, costando muchas lágrimas este proceso correctivo. El trabajo de grupo, la psicología de grupo la aprendíamos leyendo libros e intentando cada semana plantear un ejercicio frente al grupo, entender los procesos, entender los gestos del maestro psicoterapeuta.
Han pasado 25 años ya de todo eso, conocimos a varios "gurús", Ramiro Gómez era mi favorito, aprendí tanto de él...era un placer escucharle todos los domingos por la mañana en el Rímac. En Grupos de Encuentro mi amigo Alfonso Granda y en Análisis Transaccional conocí a Francisco Rivera, mi psicoterapeuta y maestro, así como a Ángela Melgar que nos envolvía con ese carisma sin igual que siempre está presente en ella. Queríamos ser como ellos y ellas con hambre y ambición de aprender, hacíamos lo posible, por lograr participar en algún taller demostrativo.
El apender el manejo psicológico de los grupos fue siempre nuestra obsesión y una de las disciplinas más floridas y dinámicas fue la Biodanza. La "capa" en el Perú, era Silvia Montes, obstetriz de profesión y discípula del Dr. Toro, el gran ideólogo y creador de la Biodanza.
Me doy cuenta que aprender la dinámica de los grupos me ayuda mucho a "Facilitar" A propósito de este tema, aquí les traigo un video ilustrativo sobre esta escuela de desarrollo humano, basado en una entrevista a mítico médico chileno Rolando Toro. Aprovéchenla:
Esto nos llevó a conocer a muchos que en aquel tiempo practicaban esta disciplina. Por aquellos días conocí al psiquiatra Felipe Iannaconne, quien se lucía cada fin de semana "curando" a través de la psicoterapia grupal gestáltica a pacientes y alumnos camuflados. Éstos últimos siempre ansiosos de sanarse a sí mismos para ser mejores profesionales. Era el principio de nuestro oficio: Si no estás sano ¿cómo puedes sanar a alguien?
Miraba con admiración cómo, en el Hospital Carrión del Callao, en medio de un grupo de 20 a 30 personas -cada semana- éste personaje, que parecía un gran oso de pelo blanco mostraba tal pericia que hacía que anhelábamos adquirir rápidamente tanta sabiduría. Para aprender sus ejercicios grupales, su técnica, su manejo había que vivenciarlas previamente. Todo un esfuerzo que nos obligaba se cuestionarnos continuamente, a tratar de ser más honestos, tratar de ser coherentes con la teoría de esa escuela.
Como quien "pela una cebolla", cada sesión nos empujaba más a una confrontación con nuestro peor lado humano, costando muchas lágrimas este proceso correctivo. El trabajo de grupo, la psicología de grupo la aprendíamos leyendo libros e intentando cada semana plantear un ejercicio frente al grupo, entender los procesos, entender los gestos del maestro psicoterapeuta.
Han pasado 25 años ya de todo eso, conocimos a varios "gurús", Ramiro Gómez era mi favorito, aprendí tanto de él...era un placer escucharle todos los domingos por la mañana en el Rímac. En Grupos de Encuentro mi amigo Alfonso Granda y en Análisis Transaccional conocí a Francisco Rivera, mi psicoterapeuta y maestro, así como a Ángela Melgar que nos envolvía con ese carisma sin igual que siempre está presente en ella. Queríamos ser como ellos y ellas con hambre y ambición de aprender, hacíamos lo posible, por lograr participar en algún taller demostrativo.
El apender el manejo psicológico de los grupos fue siempre nuestra obsesión y una de las disciplinas más floridas y dinámicas fue la Biodanza. La "capa" en el Perú, era Silvia Montes, obstetriz de profesión y discípula del Dr. Toro, el gran ideólogo y creador de la Biodanza.
Me doy cuenta que aprender la dinámica de los grupos me ayuda mucho a "Facilitar" A propósito de este tema, aquí les traigo un video ilustrativo sobre esta escuela de desarrollo humano, basado en una entrevista a mítico médico chileno Rolando Toro. Aprovéchenla:
Un abrazo
Hans Gutiérrez
moderador facilitador
DH FACILITADORES
3 comentarios:
Hola buen día. Ustd realiza sesiones de biodanza en la ciudad de Trujillo?
Hola como está, me gustaria ampliar un poco más sobre en enfoque ue ustedes utilizan, estará muy gustosa si me pudiera escribir a este mail: meLL.awitadmanzana@hotmail.com. muchas gracias.
Lastima que el video ahora ya no este mas disponible, pero para todos aquellos que aun no han experimentado una clase de Biodanza, los invito a hacerlo.
Biodanza Cordoba
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