Conocí acerca del Análisis Transaccional cuando mi gran amiga Marianna Melgar me hizo llegar a los cursos que por aquella época dictaban su hermana Ángela (DES-CUBRIR) junto a Francisco Rivera Feijoo (ENERGEIA) en un lindo local de Miraflores. Fue un periodo de tiempo donde los jóvenes estudiantes de psicología aspirábamos a convertirnos en psicoterapeutas y seguíamos acusiosamente el accionar de aquellos maestros que manejaban la técnica a partir de la devota mirada de los héroes académicos que conocíamos a través de los libros.
Eric Berne el genio que creó el A.T. era nuestro acompañante infaltable dentro de la vieja mochila y en las horas de tranquilidad para la lectura. Claude Steiner, Thomas Harris, Muriel James eran otros autores de marca mayor, mientras que entre los latinoamericanos el prolífico Roberto Kertesz era el gran difusor de esta escuela a partir de sus preciados libros en argentina.
Gracias al movimiento organizado por Ángela y Francisco en Perú tuve la oportunidad de conocer a diversos psicoterapeutas (o conductores de grupos) que ellos, esforzadamente, traían a Lima. Uno de ellos, el ahora legendario, Gilbert Brenson -que vino a hablarnos de la Facilitación por aquellos días- o el boliviano-argentino Juan José Tapia con su escuela de Ecología Humana.
Era el tiempo en que los términos DESARROLLO HUMANO y FACILITACIÓN se acuñaban en nuestras memorias y nuestras vidas.
Corrían los 80's y 90's y el Análisis Transaccional se había convertido en la escuela de moda en Lima y se descubría las grandes posibilidades derivadas del conocimiento de la técnica, en la educación, en la clínica, en la empresa y el desarrollo humano integral. Por ello, aparecían quincenalmente en el local miraflorino empresarios, psicólogos y educadores ansiosos por aprender los secretos del PADRE, ADULTO Y NIÑO...del P.A.N.
En ese contexto, ÁNGELA MELGAR no sólo era la gran maestra del A.T. en Perú sino el ejemplo de coherencia entre el discurso y la actuación. Su carisma o "ángel" son inolvidables e hicieron el complemento ideal para unir la tecnología con el color y calor, tan suyos, en cada taller formativo. Fue tanta la influencia de Ángela en esta corriente que llegó a ser Presidenta de la Asociación Latinoamericana de Análisis Transaccional A.L.A.T (1999 - 2001)
Ángela Melgar es miembro certificado de Análisis Transaccional, didacta y clínica del APAT. y desarrollará durante la II CONVENCIÓN DE FACILITADORAS(ES) DEL PERÚ dos importantísimas intervenciones, tomen nota:
Mesa Redonda
CERTIFICACIÓN DE LA FACILITACIÓN EN EL PERÚ
Hora: 5 a 7 p.m.
Taller: ESTRUCTURACIÓN DE METAS
Día Lunes 29 de junio
Hora: 11 a 1 p.m.
El Análisis Transaccional es un sistema de psicoterapia individual y social que se engloba dentro de la psicología humanista. Fue originado por el psiquiatra Eric Berne en los años 60 en Estados Unidos, quien lo divulgó con su libro Juegos en que participamos.
El análisis transaccional aporta una clara metodología y unos conceptos básicos expresados en un lenguaje sin tecnicismos abstractos. Aunque en apariencia parece sencillo, aporta un modelo profundo, con técnicas de probada eficacia para facilitar la reestructuración y el cambio personal. Su efectividad y su fácil integración con otras disciplinas de las ciencias humanas y sociales, le ha dado una gran difusión mundial.
A nivel funcional, nos facilita analizar las formas en que las personas interactúan entre sí, mediante transacciones psicológicas, con sus estados del yo Padre, Adulto y Niño, aprendiendo a utilizar el primero para dar cuidados, el segundo para individuarnos y el tercero para buscar y recibir cuidados, tanto en nuestra interacción con los demás, como también en nosotros mismos, creciendo en el logro de una personalidad integradora.
A nivel profundo, nos facilita dejar el guión psicológico que decidimos en la infancia bajo la influencia de las figuras parentales y de autoridad, pero que fue necesario para sobrevivir y que podemos aún estar siguiendo de forma inconsciente. Al dejar el guión, dejamos también de jugar los juegos psicológicos que lo refuerzan, pudiendo entonces usar integradoramente nuestra capacidad de pensar, sentir y actuar, al servicio de un vivir saludable.
Además de psicoterapia, el Análisis Transaccional es aplicable en crecimiento personal, educación, enfermería, trabajo social, desarrollo organizacional y en otras actividades en las cuales las personas interactúan entre sí.
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