jueves, 28 de febrero de 2013


10 reglas de oro en la oficina

Un empleado brillante y eficiente, pero malhumorado, abusivo o irrespetuoso no solo se gana la antipatía de sus compañeros, sino que también se cierra las puertas

SAN PEDRO SULA, HONDURAS
Cuando de lograr el éxito o el aprecio dentro de una empresa se trata, de poco valen currículos impresionantes o años de experiencia si su forma de relacionarse con los demás deja mucho que desear.
Un empleado brillante y eficiente, pero malhumorado, abusivo o irrespetuoso no solo se gana la antipatía de sus compañeros, sino que también se cierra las puertas con sus superiores para una posible promoción.
Cuide su imagen
Si tiene en cuenta que la mayor del día, durante la semana, se la pasa en el trabajo, lo mejor es que trate de crear un ambiente laboral agradable en el cual desenvolverse y esforzarse porque la convivencia con quienes trabajan junto a usted sea lo más cordial posible.
En el trabajo es donde más tolerante y bien educado se debe ser, pues se está en contacto con personas que tienen las más diversas formas de actuar u opinar.
Nunca falta en una empresa esa persona que con su comportamiento intransigente transforma el ambiente laboral en una auténtica selva donde no se respeta a nada ni nadie. Esta manera de ser suele dar lugar a malas relaciones personales, críticas y burlas. ¿Una forma segura de conectarse con los demás y ganarse su confianza? Sea abierto y receptivo a las opiniones y sugerencias. Recuerde que la educación no consiste solamente en saludar, dar los buenos días o pedir las cosas por favor, ser educado debe ser una costumbre, solo así logrará una convivencia armoniosa con sus jefes y colegas.
Decálogo del empleado educado
1 Evite discusiones y riñas: Como en toda actividad laboral, hay días en que las reuniones, las llamadas y otras tareas pueden traerlo de cabeza, con lo que los nervios están a flor de piel y surgen enfados por cualquier detalle. Esto crea un ambiente laboral tenso y poco agradable. Trate de controlar su temperamento y sea lo más cordial posible.
2 Comparta: La relaciones entre compañeros se basan en la confianza mutua y por ello debe compartir toda la información a su alcance para lograr un mejor flujo de trabajo en la oficina. No es honesto ni correcto “guardar” información que puede afectar a otras personas y departamentos.
3 Colabore: Debe estar abierto al trabajo en equipo. En toda compañía cada persona tiene unas determinadas tareas que realizar, lo que no impide que pueda echarle una mano a otros compañeros. Y si la labor es de un equipo, no trate de hacer lo menos posible en detrimento del resto de compañeros. Colabore con todos. La satisfacción de un trabajo bien hecho es la mejor recompensa.
4 Respete las normas y costumbres: Todas las personas tienen sus propias particularidades y su propia forma de ser, pero cuando se convive en comunidad éstas deben ser muchas veces reservadas para su ámbito privado. Adáptese a las normas y costumbres de los demás.
5 Muestre interés en los demás: Una forma de hacerlo es presentando a los nuevos empleados al resto de la plantilla (al menos a los de la misma planta o departamento), o despidiendo a los compañeros de trabajo cuando se van, por el motivo que sea, de la empresa.
6 Críticas y sugerencias: Evite todo tipo de críticas con respecto a otros compañeros, su trabajo o cualquier otro aspecto que pueda causar malestar. Las únicas críticas admisibles en una oficina son las constructivas. No olvide esta máxima: si critica, es fácil que a usted también lo critiquen. Las simpatías y antipatías suelen ser mutuas.
7 Honestidad: No se atribuya méritos por trabajos o proyectos de los que no ha sido parte, o aún habiendo sido parte no son suyos en su totalidad. Incluso siendo propios, siempre se deben compartir con el resto de los compañeros, remarcando la importancia de los mismos en la consecución de estos logros. Esto genera un ambiente laboral cordial.
8 Educación y respeto: Son la base fundamental de la convivencia no solo en el ámbito laboral, sino en cualquier otro de la vida. Sea cortés y respete la forma de ser de los demás, su forma de vestir, de hablar u opinar. Si respeta a los demás, los demás harán lo mismo con usted.
9 Orden: La forma en que mantiene su escritorio y sus objetos personales dice mucho de usted. No es agradable ver que alguien mantiene su área de trabajo en completo desorden y que cada vez que tiene que buscar un papel debe bucear entre una pila de cosas acumuladas sobre la mesa.
10 No pierda los estribos: No importa cuán estresante o injusta sea la situación, mantenga la compostura, de esta forma quedará como un empleado educado, elegante y que sabe estar y comportarse. Es en los momentos más duros cuando se ve qué clase de persona es alguien. Hágalo por su imagen.
 Tomado de: http://archivo.laprensa.hn/Vivir/Ediciones/2011/07/07/Noticias/10-reglas-de-oro-en-la-oficina?goback=%2Egde_1967817_member_218075781

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