Las malas relaciones y los problemas continuos con compañeros de trabajo pueden hacer que el ambiente laboral sea desagradable y acabar convirtiendo lo que parecía ser un buen trabajo, en una fuente de estrés, malestar y deseos de abandonar, además de repercutir de manera negativa en tu rendimiento laboral.
Si te encuentras en una situación como esta, posiblemente lo único que deseas es encontrar el modo de solucionarlo y poder hacer tu trabajo con tranquilidad, pero quizás no tengas del todo claro cómo conseguirlo.
Cosas importantes a tener en cuenta
En primer lugar, hay algunas cosas que debes tener en cuenta sobre los conflictos entre compañeros de trabajo y las personas conflictivas.
1. La mayoría de las veces, las personas conflictivas no saben que lo son e incluso pueden quedarse realmente sorprendidas al escuchar la opinión que sus compañeros tienen de ellas, como demostró en un estudio el profesor Mitchell Kusy, de la Antioch University, quien entrevistó a 500 directivos.
2. También has de tener en cuenta que lo que tú interpretas sobre el comportamiento de esa persona puede no ser del todo cierto. Tal vez piensas que pretende hacerte daño a propósito, cuando lo que sucede es que esa persona se siente amenazada o se ha sentido atacada por ti. Es decir, su opinión sobre lo que sucede entre vosotros puede ser muy diferente a la tuya, así como su punto de vista y su interpretación de lo sucedido e incluso puede penar que eres tú la raíz del problema.
3. A veces son los propios problemas personales los que llevan a una persona a comportarse mal con los demás, debido a su baja autoestima, sensación de incompetencia, falta de capacidad, inseguridades, miedos, etc. Por este motivo, puede servirte de gran ayuda conocer a esa persona y entender todo lo que puedas su psicología, pues eso te servirá de gran ayuda en vuestra relación.
4. En otras ocasiones, las personas son tan diferentes entre sí que chocan ante la mínima interacción. Por ejemplo, puedes sentirte mal porque alguien te habla de malos modos, pero si le preguntas a esa persona por qué te habla así o te grita, podría quedarse totalmente sorprendida porque resulta que es su modo habitual de expresarse.
Tener en cuenta todas estas cosas te ayudará a tener un pensamiento más flexible y realista.
Qué puedes hacer
1. Habla con esa persona. Lo primero que debes hacer es poner las cartas sobre la mesa y hablar abiertamente con esa persona de lo que está pasando. Trata de hablar en privado y exponle con calma el problema, pregúntale si tiene algún problema contigo y pídele que te explique de qué se trata, intentando conocer su punto de vista, sus interpretaciones de lo sucedido, si se siente dolido por algo, etc.
Aunque esta parece la respuesta más lógica, muchas personas no dicen nada de lo que están sintiendo, sino que se limitan "devolvérselo" a la otra persona de manera indirecta y solapada, con comentarios o críticas a sus espaldas, poniéndole mala cara y comportamientos similares. Con esto solo consigues empeorar la situación.
2. Cuidado con tu autoestima. Cuando te encuentras con alguien con quien tienes problemas y no logras solucionarlos, tu autoestima puede verse afectada. Es decir, sientes frustración por no ser capaz de solucionar el conflicto de una vez por todas, y esas emociones negativas pueden hacer que pienses con menos claridad y que lo veas todo más negro. Por tanto, ten cuidado con esto y no te critiques o maltrates a ti mismo por lo que está pasando. Procura adoptar una actitud de solución de problemas.
3. Piensa si estás contribuyendo de alguna manera a crear los problemas o a agravarlos. Analiza tu propio comportamiento con esa persona, piensa si has hecho o dicho algo que haya podido molestarle, pregúntate si estás teniendo un comportamiento agresivo-pasivo; es decir, si te estás vengando de esa persona solapadamente interfiriendo de manera indirecta con su trabajo o criticándole a sus espaldas.
4. No te lo tomes todo como algo personal. No tiene por qué ser algo personal contra ti. La otra persona puede pensar que lo único que hace es defender su trabajo, o defenderse de ti o incluso pensar que no hay ningún problema.
5. Sé profesional. Cuando afrontes el problema trata de adoptar una actitud profesional y madura. Compórtate de una manera educada, sincera y franca. Trata de mantener tus emociones bajo control, no respondas de manera impulsiva ni te dejes llevar por estallidos emocionales. Céntrate en mejorar vuestra relación y resolver diferencias para poder trabajar en paz.
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