Farouk I de Egipto, el rey
cleptómano, déspota y con la mayor colección de pornografía del mundo
Muchos son los personajes que han gobernado o reinado una
nación que han dejado tras de sí un fatídico recuerdo en lo que se refiere a
sus excéntricas formas de vida y todo lo relacionado
con aquello que, mientras estaban en el poder, no se conocía y que con el
tiempo se ha hecho público.
Hace varias semanas publicamos sobre el rey Alfonso XIII y su gran afición hacia el cine porno. Este el único monarca aficionado a ese tipo de
películas, ya que a través de las crónicas que han ido surgiendo con el tiempo
hemos podido conocer numerosos casos de otros hombres poderosos a los que la
pornografía les fascinaba.
En 1952, tras el golpe de Estado militar que derrocó al rey Farouk I de Egipto, se pudo
descubrir en su lujoso palacio de El Cairo de que era poseedor de la mayor colección privada de la época de
material pornográfico.
Este monarca, extravagante, caprichoso y amante de las rarezas, se
había caracterizado por hacer oídos sordos a la extrema pobreza con la que
vivía (o mejor dicho, malvivía) la mayor parte de la población de su país.
Mientras el pueblo pasaba hambre él organizaba fastuosas fiestas
en las que no faltaba de nada y donde mostraba con orgullo a sus invitados los
miles de objetos que había coleccionado a lo largo de su vida. Muchas de esas
piezas valoradas en millones de dólares.
Entre los objetos más preciados de su
colección se encontraba un reloj de bolsillo que había pertenecido al mismísimo Winston Churchill. Pero este no
había sido regalado por el propio Primer Ministro británico o adquirido a
través de una subasta, sino que fue sustraído por el mismo Farouk, ya que el rey egipcio era un implacable cleptómano, haciéndose con multitud de piezas.
Curiosamente, tras ser preguntado en cierta ocasión por dicho
reloj y de cómo lo había conseguido, su contestación fue que se lo había
encontrado (lo que no dijo es que dónde se lo encontró fue en el bolsillo del
propio Churchill).
Evidentemente, no todo lo que poseía en sus numerosísimas
colecciones había sido sustraído, gastándose multimillonarias sumas de dinero
en adquirir todo aquello que se le encaprichaba. Contaba con una extensa
colección de monedas de oro, pero la de mayor valor era la “Double Eagle”(Águila Doble) una moneda de oro
de 20 dólares acuñada en 1933 y que se considera como la moneda más cara del mundo.
Los comics también fueron objeto de su extraña obsesión, adquiriendo
los ejemplares más singulares y pagando por ellos hasta diez veces el precio
marcado entre coleccionistas.
Cabe
destacar la extraña personalidad de Farouk y sobre todo su comportamiento
durante la Segunda Guerra Mundial.
Se suponía que el país que reinaba era afín a los intereses de los Aliados,
teniendo que facilitar todo lo que los ejércitos de esas potencias precisasen,
pero en realidad lo que este extravagante monarca admiraba era el modelo de
vida y gobierno alemán, llegando a enviar un telegrama a
Hitler para agradecerle su interés en invadir Egipto.
En cierta ocasión tuvo una pesadilla en la que soñó que era
devorado por unos leones. Tras despertar no se le ocurrió otra cosa que acudir
al zoológico y disparar a los felinos que estaban encerrados en sus jaulas.
Ya en sus últimos años de reinado, el monarca, que en sus tiempos
de juventud había sido considerado todo un galán, comenzó a sentir un apetito
voraz, comiendo a todas horas y de manera descontrolada. Muchas son las fuentes
que afirman que llegaba a beberse una treintena de refrescos al día y que
engullía un tipo caro de caviar directamente de la lata.
Su porte elegante y delgado se fue deformando, llegando a
sobrepasar los 135 kilos de peso. Falleció a causa de un ataque al corazón en
1965, cuando tenía 45 años de edad y mientras estaba en medio de una abundante
y exquisita cena, desplomándose sobre el plato.
Fuente: Yahoo! España
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